En Garnata Traducciones dedicamos casi todo nuestro tiempo laboral a la traducción jurada, pero hoy vamos a salirnos de nuestras fronteras para traeros alguna información interesante y, quién sabe, quizás descubriros algunas personas sobre las que queráis indagar.
«Dicen que la traducción es una traición, y hay que ser un poco poeta para traducir poesía. Más, si hablamos de música: estamos sujetos a la fluctuación de una melodía, a la rima, a los acentos y a la métrica. Trabajo sobre autores cuya obra y cuyo universo conozco, y me permito ciertas licencias.» (Extraído de «Alberto Manzano, traductor de poemas», Francisco Pastor, publicado en Ctxt.)
Esta cita es de Alberto Manzano, poeta, ensayista, productor musical y traductor de Leonard Cohen (además de otros grandes del rock como Bob Dylan, Patti Smith, Lou Reed o Tom Waits, entre otros), del que me acordé hace poco ojeando Poeta en Nueva York, de Federico García Lorca. Cohen está en todos y cada uno de mis recuerdos de viajes, porque mis padres tenían una cinta grabada de su disco I’m your man que siempre sonaba en el coche. Bendita infancia.

¿Y todo esto a qué viene?
Intentaré no irme por las ramas. Lorca y su obra, como bien sabréis, han inspirado muchas obras y a muchos artistas como Leonard Cohen, quien afirmó que había encontrado «su voz» en este poeta granadino y en la guitarra flamenca, «su instrumento». Cohen tuvo un papel significativo en la difusión internacional de la obra de Federico y la cultura española, con la que el artista tenía un vínculo especial y en la que también dejó huella. Como podemos leer en el artículo «Leonard Cohen en la cultura traducida en España» de Alejandro Ros Abaurrea y Raquel Merino Álvarez, «el vínculo de Leonard Cohen con la cultura de España […] comienza con la poesía de Lorca y con la guitarra flamenca que integra en los inicios de su carrera musical, y se completa con la traducción y el versionado de su obra importada desde Canadá a España, en un singular viaje de ida y vuelta». (Aprovecho la ocasión para dejaros una guajira, un cante flamenco de los que se denominan de ida y vuelta, que viene mucho al caso.)
Otro ejemplo y muy relacionado con Cohen, es Omega (publicado en 1996), disco transgresor donde los haya, que no conoce la indiferencia (lo amas o lo odias, no hay puntos medios), donde se mezclan la obra de Federico García Lorca y Leonard Cohen con la voz y música de Enrique Morente y Lagartija Nick, en colaboración con muchos otros artistas como Tomatito o Vicente Amigo.

Pues bien, es muy difícil escoger una canción de este disco, pero hoy queremos recordar el Pequeño vals vienés. Tomando la música de Take this waltz de Leonard Cohen, Morente vuelve al poema original de Lorca, para adaptarla y cantarla. El resultado es, como ya sabréis o podréis imaginar, conmovedor, pasional, de una fuerza difícil de explicar. Hay que escucharlo. Como dato curioso, fue Alberto Manzano quien animó a Enrique Morente a interpretar la música de Cohen en este disco y quien realizó la traducción al castellano de sus letras, como la de Manhattan, una de las canciones más reconocibles del Omega.
Me condenaron a 20 años de hastío
Por intentar cambiar el sistema desde dentro
Ahora vengo a desquitarme
Primero, conquistaremos Manhattan
Después, conquistaremos Berlín
Esperamos que hayáis disfrutado de esta pildorilla informativa y que os animéis a conocer más sobre estos artistas, si es que no los conocíais. Y, por supuesto, os recomendamos escuchar Omega, un disco poco comprendido en su origen y que en la actualidad se considera una obra de culto.